Mi tatuaje está infectado ¡Oh no!
Siempre que acabamos un tatuaje los profesionales hacemos hincapié en lo importante que es cuidar correctamente de los tatuajes para evitar la aparición de infecciones y, a su vez, conseguir que se mantenga en perfectas condiciones tras su curación y se logre así los mejores resultados.
Para prevenir las infecciones en el tatuaje, es importante conocer cuáles son las principales razones por las que se pueden producir una infección.
Teniendo como base que te has realizado el tatuaje en un estudio profesional que pasa las pertinentes inspecciones de sanidad y tiene todo al día como:
La causa más probable por la que puedes tener un tatuaje infectado: no seguir las recomendaciones e indicaciones de tu tatuador. Un tatuaje no deja de ser una herida abierta que se está curando, por lo que cualquier bacteria, suciedad, polvo que entre en contacto con la piel así como la falta de higiene ocasionará una infección.
A parte de las ya citadas otras causas de infección son:
Los tatuajes en zonas sensibles o difíciles de cubrir cono codos, tobillos o antebrazos, son los que están más expuestos a los riesgos de infección, ya sea por la acumulación de gérmenes o debido a que las protecciones que colocamos se pueden ir moviendo a lo largo de la jornada.
Cuando un tatuaje se infecta, lo primero que se observa es que la piel de la zona está enrojecida, e incluso se empieza a abultar.
Si tienes alguno de los síntomas que te describimos a continuación, no dudes en contactar con tu tatuador:
Por lo que es muy importante interrumpir esta infección.
En el mismo instante en el que empieces a observar que el tatuaje se comienza a enrojecer y a abultar, es importante que empieces con el procedimiento para curar un tatuaje infectado, para lo cual te recomendamos seguir los pasos que detallamos a continuación:
A partir de ahora, deberás limpiar tu tatuaje siguiendo los pasos que te ha indicado el tatuador pero con una mayor frecuencia es decir entre 3 y 5 veces al día.
Asegúrate siempre de que el tatuaje queda perfectamente seco una vez que lo vas limpiado.
Procura mantener el tatuaje al aire para que la piel respire un poco, facilitando así la cicatrización.
Bajo ningún concepto expongas tu tatuaje al sol.
Si notas escozor, puedes tapar el tatuaje con la cara interna del papel film y aplicar hielo unos minutos. a continuación lavar con agua y jabón y secar con papel de cocina a toques. Notarás alivio de inmediato.
Si en las próximas horas no observas que la rojez y la inflamación van cediendo, entonces es muy importante que contactes con tu médico, ya que esto quiere decir que la infección está avanzando y que, por tanto, hay que determinar cuál es el tipo de bacteria que la pueda estar produciendo, y en función de ello, optar por un tipo de tratamiento concreto que habitualmente se basará en un antibiótico.
Estudio Fundado en 1997, ubicado en el centro de Valladolid.